El strobing es una técnica de maquillaje que ha ganado una inmensa popularidad en los últimos años. Es conocido por su capacidad para crear un resplandor radiante y brillante que puede alegrar al instante a cualquiera. La técnica consiste en aplicar iluminador sobre la piel en zonas concretas, con el fin de reproducir la luz natural para un aspecto sutilmente dramático.
Si te interesa probar el strobing por ti misma, tienes suerte: hemos elaborado esta completa guía para ayudarte a dominar la técnica. Desde elegir el iluminador adecuado para tu tipo de piel hasta consejos y trucos para un acabado impecable, encontrarás todo lo que necesitas saber.
Elige el iluminador adecuado
El primer paso para conseguir un gran iluminador es elegir el iluminador perfecto. Hay muchas opciones entre las que elegir, como polvos, cremas y líquidos. Al elegir un iluminador, busca una fórmula que se adapte a tu tipo de piel. Si tienes la piel seca, te recomendamos una fórmula cremosa. Por el contrario, si tu piel es grasa, opta por un polvo con acabado mate.
En cuanto a los tonos, hay una variedad de iluminadores con diferentes matices para elegir. Para los tonos de piel claros, busca iluminadores con un tono rosa o champán. Si tu cutis es de tono medio o aceitunado, quédate con los iluminadores de tono dorado o melocotón. Los tonos de piel más oscuros deben optar por iluminadores de tonos más profundos y cálidos.
Prepara tu piel
Antes de aplicar el iluminador, es importante preparar tu piel para que tu estroboscopio dure todo el día. Empieza por limpiar e hidratar la cara, y después aplica un protector solar para que dure un poco más. Si lo deseas, aplica tu base y corrector favoritos para igualar el cutis y reducir la apariencia de imperfecciones.
Aplica con la mano ligera
La clave para crear un bonito look de estrobo es empezar con la mano ligera y aumentar la intensidad deseada. Utilizando una brocha abanico o una brocha pequeña y suave, aplica suavemente el iluminador en la parte superior de los pómulos, el puente de la nariz, el hueso de la ceja y el arco de Cupido. Recuerda, menos es más: sólo quieres coger la luz, no reflejarla.
Mezcla para un acabado uniforme
Una vez aplicado el iluminador, es hora de mezclarlo para conseguir un acabado natural y uniforme. Para ello, coge una brocha limpia y suave y extiende el producto ligeramente sobre la piel, asegurándote de que no queden líneas bruscas. Si utilizas un iluminador líquido o en crema, también puedes utilizar los dedos para golpear suavemente y mezclar el producto.
¡Arreglado!
Para que tu stroboscopio permanezca intacto todo el día, es importante fijarlo con polvos traslúcidos. Utilizando una brocha mullida, aplica una pequeña cantidad de polvos en las zonas iluminadas, asegurándote de difuminarlos para que el efecto sea sutil. Este paso ayudará a minimizar el brillo y a fijar el estroboscopio para que dure mucho.
Consejos y trucos finales
Además de los pasos mencionados, hay algunos otros consejos y trucos que pueden ayudarte a conseguir el estroboscopio perfecto. Cuando te dispongas a aplicar el iluminador, inclina ligeramente la cabeza hacia un lado para atrapar la luz y localizar las zonas de la cara en las que quieres aplicar el producto. Además, para llevar tu look al siguiente nivel, puedes combinar el iluminador con un colorete para un efecto impresionante.
Finalmente, al seleccionar el iluminador adecuado para tu tono y tipo de piel, es importante probarlo antes de comprarlo. La mayoría de las tiendas de belleza ofrecen muestras de sus productos para que los pruebes primero y te asegures de que complementan tu tez.
Consigue un look de estroboscopio precioso
El estroboscopio es una hermosa y sencilla técnica de maquillaje que puede ayudarte a conseguir un resplandor radiante y brillante. Con el iluminador adecuado, una preparación correcta y una aplicación suave, puedes crear fácilmente un estroboscopio impresionante. Sigue nuestra completa guía para probar la técnica por ti misma y sentirte como una diosa resplandeciente.