Consejos de contouring para cara redonda: resalta tus mejores rasgos

El contorneado es una técnica de maquillaje que consiste en jugar con las luces y las sombras para esculpir y definir el rostro, resaltando sus mejores rasgos. En el caso de los rostros redondos, el objetivo principal es crear la ilusión de un rostro más alargado y definido. En este artículo te daremos algunos consejos prácticos para conseguir este efecto mediante el contorneado.

Prepara tu piel

Preparar la piel es un primer paso crucial en el proceso de contorneado. Un lienzo bien preparado no sólo garantiza que el maquillaje se aplique de forma suave y uniforme, sino que también ayuda a que dure más a lo largo del día. Empieza limpiando tu rostro con un limpiador suave adecuado a tu tipo de piel. Esto te ayudará a eliminar las impurezas y el exceso de grasa, creando una base limpia para la aplicación del maquillaje. Después de la limpieza, aplícate una crema hidratante ligera y no comedogénica para hidratar la piel sin obstruir los poros. Este paso es especialmente importante si tienes la piel seca, ya que proporciona una superficie suave e hidratada a la que se adhiere el maquillaje. Por último, usar una prebase de maquillaje adaptada a las necesidades de tu piel, como minimizar la apariencia de los poros o controlar la grasa, creará un lienzo impecable para tu base de maquillaje y otros productos.

A la hora de elegir una base de maquillaje, opta por una fórmula que coincida perfectamente con el tono de tu piel. Tanto si prefieres una base líquida, en crema o en polvo, asegúrate de probar varios tonos para encontrar el que se funda a la perfección con tu piel. Aplicar la base en capas finas y modulables te ayudará a conseguir un cutis natural y uniforme y a minimizar la aparición de imperfecciones. Una vez aplicada la base de maquillaje, fíjala con polvos translúcidos para controlar los brillos y prolongar la duración del maquillaje durante todo el día.

Limpia e hidrata

Antes de aplicar cualquier maquillaje, es fundamental limpiar e hidratar la piel. Esto no sólo crea un lienzo suave para la aplicación del maquillaje, sino que también ayuda a mantener la piel sana e hidratada. Empieza con un limpiador suave para eliminar cualquier resto de suciedad, grasa y maquillaje de la piel. A continuación, aplica una crema hidratante adecuada para que la piel esté bien nutrida y el maquillaje quede impecable. Además, considera la posibilidad de utilizar una prebase hidratante para crear una capa adicional de hidratación y favorecer una aplicación impecable del maquillaje, sobre todo si tienes la piel seca o mixta.

Después de limpiar e hidratar, es aconsejable aplicar un spray fijador del maquillaje. Esto puede proporcionar un impulso adicional de hidratación y ayudar a fijar el maquillaje para un aspecto duradero y fresco. El uso de un spray fijador puede ser especialmente beneficioso para las personas con estilos de vida activos o en ambientes húmedos, donde la duración del maquillaje puede ser un problema.

Aplica la prebase

La prebase de maquillaje desempeña un papel importante a la hora de crear una base suave para el maquillaje, especialmente al contornear un rostro redondo. Elige una prebase ligera y matificante para ayudar a refinar el aspecto de los poros y controlar el exceso de brillo. Aplica una cantidad del tamaño de un guisante sobre la piel limpia e hidratada, centrándote en las zonas propensas a la grasa o donde quieras minimizar la apariencia de los poros. Utilizando una esponja de maquillaje o la yema de los dedos, da golpecitos suaves sobre la piel y deja que la prebase se fije unos instantes antes de proceder con la base de maquillaje. El uso de una prebase a base de silicona también puede ayudar a alisar la textura de la piel y crear un lienzo aterciopelado para el maquillaje, garantizando que las técnicas de contorneado e iluminación se apliquen a la perfección.

Para las pieles maduras, considera la posibilidad de utilizar una prebase formulada específicamente para las necesidades únicas de las pieles envejecidas. Busca un producto híbrido que combine las propiedades beneficiosas para el cuidado de la piel con las propiedades de la prebase, ayudando a mejorar la textura de la piel y reduciendo la aparición de líneas de expresión y arrugas.

Usa una base de maquillaje a juego

Elegir la base de maquillaje adecuada es esencial para conseguir un aspecto impecable, especialmente al contornear un rostro redondo. Empieza por determinar la base de maquillaje que mejor se adapta a tu tono de piel, teniendo en cuenta factores como los subtonos y el cutis en general. Al seleccionar una base de maquillaje, opta por una fórmula que ofrezca el nivel de cobertura deseado, tanto si prefieres un acabado transparente y natural como si prefieres un acabado total y mate. Para aplicar la base de maquillaje, utiliza una esponja o una brocha para base de maquillaje que te ayude a conseguir un efecto aerógrafo sin costuras, trabajando el producto sobre la piel con movimientos suaves y hacia fuera. Presta especial atención a la mandíbula y el escote para conseguir un aspecto suave y difuminado, evitando cualquier línea dura o demarcación.

Una vez aplicada la base, fíjala con polvos fijadores translúcidos y finamente molidos para ayudar a prolongar la duración del maquillaje y controlar el exceso de brillo a lo largo del día. Este paso es especialmente importante para quienes tienen la piel grasa o mixta, ya que ayuda a mantener un acabado mate y aterciopelado y minimiza la aparición de poros y líneas de expresión.

Aplica el contorno para definir y alargar

Cuando se trata de contornear un rostro redondo, el objetivo es crear la ilusión de longitud y definición esculpiendo el rostro estratégicamente con productos de contorneado. El principio fundamental del contorneado consiste en utilizar un producto de contorneado de uno o dos tonos más oscuros que tu tono de piel natural para crear sutiles sombras y profundidad en el rostro. Para conseguirlo, hay varias zonas clave donde debe aplicarse el contorno.

Las sienes

Aplicar el contorno en las sienes es una forma eficaz de reducir visualmente la anchura de la frente y alargar el aspecto del rostro. Con una brocha para contornear en ángulo, aplica el producto contorneador a lo largo de las sienes, difuminándolo en dirección a la línea del cabello. Esta técnica ayuda a crear un aspecto más equilibrado y armonioso, sobre todo en las personas con frentes prominentes. Al sombrear esta zona, puedes crear la ilusión de un rostro más ovalado y conseguir un aspecto más suave y alargado.

Además, contornear las sienes puede ayudar a resaltar la línea natural de la mandíbula y a crear un aspecto más esculpido en general. Esto es especialmente beneficioso para las personas con caras redondas que desean una estructura facial más definida y alargada. Una fusión adecuada del producto contorneador a lo largo de las sienes es crucial para garantizar un efecto natural y sin cortes que complemente los contornos del rostro.

Los pómulos

Una de las zonas principales donde aplicar el contorno en un rostro redondo es justo debajo de los pómulos. Para crear la ilusión de pómulos más altos y esculpidos, aplica el producto contorneador en los huecos de las mejillas, extendiéndolo hacia la línea del cabello. Esta técnica ayuda a levantar y alargar visualmente el rostro, creando un contorno más cincelado y definido. Utilizando una brocha para contornear, difumina el producto con movimientos suaves y ascendentes para integrarlo a la perfección con el resto del cutis, garantizando un aspecto natural y armonioso.

Contornear los pómulos no sólo añade definición al rostro, sino que también aporta equilibrio y simetría, ayudando a alargar el aspecto de un rostro redondo. Esta técnica es especialmente eficaz para crear sombra y dimensión, algo esencial para conseguir un efecto más esculpido y ovalado en los rostros redondos.

La línea de la mandíbula

Aplicar el contorno a lo largo de la línea de la mandíbula es esencial para definir y alargar el rostro, especialmente en los que tienen formas faciales redondas. Utilizando una brocha pequeña y precisa para el contorno, aplica el producto contorneador a lo largo de la curva natural de la mandíbula, extendiéndolo hacia las orejas. Esta técnica ayuda a alargar visualmente la línea de la mandíbula y a crear un efecto más esculpido y angular, equilibrando la suavidad de un rostro redondo. Un difuminado adecuado es clave para garantizar que el contorno se fusione a la perfección con el resto del cutis, creando un aspecto natural y armonioso.

Al contornear estratégicamente la línea de la mandíbula, puedes crear eficazmente la ilusión de una estructura facial más definida y alargada, añadiendo una sensación de sofisticación y refinamiento a tu aspecto general. Esta técnica es especialmente beneficiosa para las personas con caras redondas que desean un aspecto más angular y cincelado.

Difumina, difumina y difumina

Difuminar es el paso más crucial del proceso de contorneado, especialmente para las personas con caras redondas. La clave para conseguir un contorno impecable y de aspecto natural es difuminar los productos en la piel, eliminando cualquier línea dura o demarcación. Con un pincel limpio y de cerdas suaves, difumina suavemente el producto contorneador sobre la piel con movimientos ligeros y pluma. Empieza difuminando el producto en el sentido del contorno natural de la cara, realizando movimientos circulares para difuminarlo uniformemente.

Presta especial atención a los bordes del contorno, utilizando la brocha para suavizar y difuminar cualquier línea dura. Difuminando meticulosamente el producto de contorneado, puedes crear un efecto sin costuras ni cortes que realce la forma natural del rostro. Esto es especialmente importante para crear un contorno suave y de aspecto natural en los rostros redondos, donde un difuminado uniforme puede marcar una diferencia significativa en la consecución de un aspecto esculpido y alargado.

Ilumina las zonas clave

Después del proceso de contorneado, el siguiente paso es aplicar el iluminador en las zonas clave del rostro para resaltar y acentuar los puntos elevados, creando un aspecto equilibrado y esculpido. Al iluminar un rostro redondo, céntrate en los puntos altos del rostro, como los pómulos, el hueso de la frente y el tabique nasal. Aplicar iluminador en estas zonas ayuda a dar un resplandor fresco y húmedo al cutis, creando un efecto más equilibrado y alargado, que resulta especialmente favorecedor para las formas redondas del rostro. Con un pincel pequeño y preciso, aplica el iluminador en la parte superior de los pómulos, el centro de la frente y el puente de la nariz, difuminándolo suavemente para conseguir un acabado suave y luminoso.

Los pómulos

Resaltar los pómulos con iluminador es esencial para dar al rostro un aspecto radiante y esculpido, especialmente en las personas con formas redondeadas. Aplica el iluminador en la parte superior de los pómulos, difuminándolo con movimientos suaves y ascendentes para crear un sutil efecto esculpido. Esta técnica añade un toque luminoso a los puntos elevados del rostro, creando un aspecto equilibrado y alargado, y aporta un brillo natural y sano a la tez. Iluminando estratégicamente los pómulos, puedes aportar equilibrio y definición a los rasgos redondeados de forma eficaz, realzando los contornos naturales del rostro y creando un aspecto fresco y luminoso.

La frente

Aplicar iluminador en el centro de la frente ayuda a alargar el aspecto del rostro, creando un aspecto más equilibrado y armonioso. Utiliza un pincel de precisión para aplicar el iluminador en el centro de la frente, justo encima de las cejas, y difumínalo suavemente para conseguir un acabado suave y radiante. Esta técnica alarga visualmente el rostro y dirige la mirada hacia arriba, creando la ilusión de una estructura facial alargada y definida. Iluminando estratégicamente el centro de la frente, puedes conseguir un aspecto más equilibrado y visualmente atractivo, realzando la simetría general y el alargamiento de un rostro redondo.

Conclusión

En conclusión, estos consejos de contorneado para rostros redondos pueden ayudarte a acentuar tus mejores rasgos creando la ilusión de un rostro más alargado y definido. Con una preparación adecuada, técnicas de difuminado y el uso estratégico de luces y sombras, puedes conseguir un contorno favorecedor y de aspecto natural. No tengas miedo de experimentar y practicar hasta que encuentres las técnicas que mejor se adapten a la forma única de tu rostro.

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